Intervenciones

Liberación o dependencia. Documento de Conciencia Nacional-FURN (1973)

Shohan Sakugawa
FCE-UNLP, Argentina

Liberación o dependencia. Documento de Conciencia Nacional-FURN (1973)

Cuadernos de Economía Crítica, vol. 7, núm. 13, pp. 179-189, 2021

Sociedad de Economía Crítica

Recepción: 11 Agosto 2020

Aprobación: 07 Noviembre 2020

El documento que publicamos páginas más adelante, “Desarrollismo y dependencia”, buscaba analizar las características que adoptó la dependencia económica desde 1955 y las estrategias de crecimiento que contribuyeron a perpetuarla, para concluir proponiendo como salida liberadora el socialismo nacional.

Pero más allá de este objetivo explícito en los dos párrafos de la introducción, si nos detenemos en los artilugios del lenguaje político utilizados en la coyuntura de esos momentos, es posible entender que el documento apuntaba a presionar al presidente Perón para la adopción de un programa económico socialista.

Da cuenta de esta interpretación que el mismo fue elaborado y difundido inmediatamente al triunfo electoral de la fórmula Perón-Perón del 23 de setiembre de 1973. Estas elecciones habían sido convocadas para elegir presidente y vicepresidente en reemplazo de Cámpora-Solano Lima, que habían renunciado a solo dos meses desde su asunción. Fueron el epílogo del enfrentamiento entre las corrientes de derecha, que agrupaba a la mayoría del sindicalismo junto con el lopezreguismo, y la izquierda, constituida por la Juventud Peronista en alianza con dirigentes históricos de la rama política como fueron Héctor Cámpora, el ministro de educación de entonces Jorge Taiana, Andrés Framini, Sebastián Borro y los gobernadores de las principales provincias elegidos en 1973 (por la provincia de Buenos Aires, Oscar Bidegain; por Córdoba, Ricardo Obregón Cano; por Mendoza, Alberto Martínez Baca; entre otros). La Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) pertenecía a la Juventud Peronista.

La Universidad: espacio militante y cantera académica del documento

En los últimos años de la década del ‘60, al calor de la resistencia y la creciente movilización popular, las agrupaciones estudiantiles peronistas se fueron haciendo un lugar en la Universidad como espacio de militancia. Este espacio había sido hasta ese entonces refractario al discurso peronista.

Con vínculos en el movimiento obrero, el ascendente Movimiento de los Sacerdotes del Tercer Mundo y con amplias franjas del Movimiento Peronista, estas agrupaciones crecieron con la militancia para ser parte de la salida electoral, convocada por el gobierno de facto del General Lanusse. Asimismo, fueron partícipes importantes de las movilizaciones para lograr el retorno de Perón a la Argentina.

Con el triunfo electoral del 11 de marzo de 1973, que consagró la formula Cámpora-Solano Lima en el gobierno, la Juventud Peronista, de la que dependían las agrupaciones estudiantiles, ocupó importantes áreas del gobierno nacional y de las principales provincias, y se hizo cargo de la mayoría de las Universidades.

En el caso de la Universidad de La Plata, donde coexistían la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) y la Federación de Agrupaciones Eva Perón (FAEP), siguiendo el proceso de unidad dentro de la corriente de izquierda, se fusionaron para integrarse a la Juventud Universitaria Peronista.

En el ámbito de la enseñanza, y difusión de ideas en particular, es importante marcar el nacimiento en 1967 de las “Cátedras Nacionales”[1] en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Con ellas, se inició un acercamiento en el ámbito universitario al llamado “Pensamiento Nacional”, que se presentaba como contraposición al positivismo y al marxismo, con raigambre en esta facultad. La influencia de estas Cátedras se expandió a otras casas de estudio.

Algunas cátedras de la Facultad de Ciencias Económicas de la de Universidad Nacional de La Plata se hicieron eco de este proceso. Sin llegar a abandonar los enfoques neoclásicos predominantes, se abrió el espacio académico a diversas teorías económicas, especialmente en Economía Internacional, Desarrollo Económico, Políticas de Crecimiento, Microeconomía y Macroeconomía. Introdujeron conceptos de la teoría de la dependencia e intercambio desigual, criterios de asignación de recursos y distribución diferentes a los neoclásicos, y plantearon hipótesis y escenarios más cercanos a la realidad del país, como así también ampliaron los criterios interpretativos de la historia económica y social. En las investigaciones y los seminarios también comenzaron a priorizar las problemáticas nacionales.

A fines de 1969, siguiendo esa línea de pensamiento y acción, la Agrupación de Ciencias Económicas de la FURN, que había logrado afianzarse en la facultad, lanzó su órgano de difusión “Conciencia Nacional”. Su objetivo declarado según rezaba el editorial del primer número, era “el esclarecimiento de los grandes problemas nacionales, especialmente de índole económico, por ser el campo específico de estudio en la facultad”. Y agregaba “sea este medio una atalaya permanente y efectiva en la formación de una conciencia nacional en el estudiantado y que sirva de instrumento para acercar a la intelectualidad universitaria argentina a co-solucionar los problemas argentinos dentro del esquema global de Liberación Nacional llevado a cabo por la clase trabajadora, e instaurar definitivamente una PATRIA LIBRE JUSTA Y SOBERANA”.

En ese contexto político y académico, siguiendo la consigna editorial del primer número de “Conciencia Nacional”, la Agrupación Económicas de la FURN elaboró, en setiembre de 1973, el documento.

La agudización de los enfrentamientos dentro del Movimiento Peronista, por un lado, y la creciente inestabilidad económica, por otro, fueron desplazando la atención y el trabajo militante hacia las discusiones de índole política y las concernientes al manejo de las políticas económicas de corto plazo, abandonando paulatinamente los debates acerca del desarrollo económico social.

Desarrollismo y Dependencia

Conciencia Nacional - Órgano de la Agrupación Económicas

Septiembre de 1973

El 11 de marzo el Pueblo votó por la LIBERACIÓN, en contra de la DEPENDENCIA, y hoy nuevamente el Pueblo ha votado por el Gral. Perón como única garantía de profundizar el proceso de Liberación que algunos tratan de torcer; y una de las formas más sutiles de torcer el rumbo hacia la liberación consiste en disfrazar y confundir el significado de la Dependencia y de su consecuente salida.

Por eso hoy más que nunca debemos tener claro cuáles son las características que asume la Dependencia y el papel del Gral. Perón como conductor de este proceso de Liberación.

1930 – CRISIS DEL VIEJO IMPERIALISMO

Hasta la década del 30 la División Internacional del Trabajo realizada en el siglo pasado por el Imperialismo de turno (Inglaterra) nos asignaba el papel de Granero del Mundo e importador de todo tipo de manufactura. Para ello el capital extranjero se radicaba fundamentalmente en los ferrocarriles, servicios públicos, frigoríficos, garantizando de ese modo la eficiencia de la estructura agroexportadora.

Pero con la Crisis del 30 este esquema comienza a derrumbarse. La baja de nuestras exportaciones nos restaba divisas para seguir con las importaciones de manufacturas tradicionales, por lo cual los sectores más lúcidos de la oligarquía terrateniente y comercial comienzan a instalar fábricas textiles y de alimentos (Bunge & Born). Paralelamente a ello se intensifica la entrada de capitales yanquis y europeos que se instalan en la fabricación de rubros que hasta ese entonces se cubrían con importaciones, y para lo cual contaba con un mercado interno.

En la época Peronista, a diferencia de esta etapa se intensifica la industrialización en los rubros metalúrgicos y el resto de los bienes de consumo masivo pero sobre la base de la expansión de la pequeña y mediana empresa controlada por una vasta red de empresas Estatales (DINIE, DINFIE) y el poder de un gobierno popular que había rescatado el sistema financiero, de transportes y el comercio exterior para ponerlo al servicio del proyecto liberador.

Pero en 1955, con la caída del Gobierno Peronista, el proceso de la nueva dependencia iniciado en el 30, vuelve a sus carriles pero ahora afianzado con cuerpo teórico-ideológico: EL DESARROLLISMO (en contraposición al liberalismo, justificación del viejo Imperialismo).

Se produce una entrada masiva de capitales en los sectores más dinámicos de la economía (los que aumentan su participación en el Producto Bruto Interno, mientras los vegetativos se estancan) pero como reservo de ello muchas de las pequeñas y medianas empresas que surgieron en la década peronista, van desapareciendo siendo absorbidas por manos extranjeras, el aparato estatal va siendo desmantelado progresivamente o puesto al servicio de estos conglomerados trasnacionales, la riqueza nuevamente redistribuida a favor de los sectores del capital. Se produce la descapitalización del país, el desequilibrio regional, la inflación galopante, la desocupación estructural, en síntesis, nos agudizan la DEPENDENCIA, el desequilibrio y la injusticia.

CARACTERIZACIÓN DE LA NUEVA DEPENDENCIA

LA ESTRUCTURA DEPENDIENTE Y SU INTEGRACIÓN EN EL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL

1- Inversiones extranjeras en los sectores más rentables de la economía (y en los que no lo son, ya sea por su riesgo o la magnitud de los capitales necesarios, logran que el Estado las garantice ya sea eliminando los riesgos o asociándose en forma de Empresas Mixtas donde este último absorbe todas las pérdidas).

2- A diferencia del modelo anterior de Dependencia la infraestructura de caminos, comunicaciones, energía y otros servicios públicos, los toma a cargo el Estado; quien además ofrece todo tipo de facilidades tales como: exención impositiva, subsidios, protección arancelaria, etc.

3- Las Empresas Nacionales son desplazadas a las ramas vegetativas y a talleres proveedores de partes.

4- Las grandes Empresas Seudonacionales se vinculan con el extranjero mediante patentes con el extranjero, o aportes financieros, lográndose así una asociación de intereses.

Toda esta estructura interna se encuadra en un nuevo sistema de división del trabajo, en donde las metrópolis se especializan en los rubros más sofisticados y de alta tecnología, en tanto la periferia en aquellas industrias de segunda categoría. A su vez en esta última se conforma una integración económica (en función de los intereses de la metrópoli) y donde cada país se especializa en ciertos rubros industriales para exportar a los restantes; tal es el caso de la ALALC.

Toda esta estructura no es casual, ni va contra los intereses de la metrópoli, sino que responde a dos procesos, por un lado el continuo desarrollo tecnológico que se produce en las metrópolis y por otro a las políticas de estímulo a la inversión extranjera de los países “subdesarrollados”. Frente a estos procesos la acción del imperialismo se resuelve enviando, como inversión extranjera, toda esta maquinaría obsoleta a la periferia para copar sus mercados internos y al mismo tiempo aprovechar los subsidios para la industrialización de estos países. Paralelamente a ello esta industrias se conectan con la producción y exportación de las economías imperialistas por diversos métodos: provisión de partes, piezas y productos intermedios para el armado o fabricación local de productos; provisión de los equipos y maquinarias necesarias para la fabricación; venta de asistencia técnica (know-how); autorización de fabricación bajo pago de royalties; venta de marcas; préstamos para la adquisición de los equipos y percepción de los intereses correspondientes; etc.

Y por último, mediante el control de gran parte de los medios de difusión masiva, va moldeando una cultura que garantiza el normal desenvolvimiento y la consecuente aceptación de este sistema de dependencia.

EL PODER DE ESTOS CONGLOMERADOS

Algunos desarrollistas quieren hacernos creer que el poder de estos conglomerados se ve neutralizado por el peso de las empresas nacionales y estatales y para ello parten de datos estadísticos sobre la participación en las ventas y/o producción total; y como esta es menor que el 50% concluyen que su poder está neutralizado. Nada más falso que esto, sino que ocurre todo lo contrario pues con participaciones que no sobrepasan del 30 al 40% controlan toda la estructura económica poniéndola a su servicio.

1- A la pequeña y mediana empresa la controlan merced a la dispersión que estas presentan en contraposición a la concentración de los conglomerados.

2- A las grandes empresas nacionales, asociándose con mínimos aportes financieros y tecnológicos.

3- Al Estado, a través de la ubicación de funcionarios, coimas y miles de subterfugios y artimañas.

4- A los militares, a través de una formación ideológica en “el país de norte” junto al nombramiento en cargos en la dirección de sus empresas, convirtiendo de esta manera al ejército en un “ejército de ocupación”.

5- A los sindicatos, mediante la integración en su sistema de intereses (soborno, dádivas, etc.).

6- A la Universidad, a través de una política que produzca profesionales a su servicio tanto técnica como ideológicamente; política implementada a través de profesores y autoridades en consonancia con sus intereses.

CONSECUENCIAS DE LA DEPENDENCIA

Las consecuencias están a la vista, desocupación de un millón de personas, una inflación galopante, una deuda externa de siete mil millones de dólares, un Estado desmantelado, descomposición social y “otras yerbas”.

1- Evasión de divisas: según datos de CEPAL entre 1960-66, los EE.UU. invirtieron en América Latina 2.800 millones de dólares y se llevaron 8.400 millones de u$s en concepto de regalías y utilidades, intereses, evasión fiscal y otros ítems; todo ello, junto a la caída de las exportaciones, disminuye nuestra capacidad para importar, trayendo como consecuencia la paralización de la industria (que depende prácticamente de estos insumos) y la desocupación.

2- Las inversiones que realizan ocupan muy poca mano de obra trayendo como consecuencia una desocupación estructural junto con una distribución del ingreso a favor del capital.

3- Las inversiones al establecerse en los lugares que cuentan con mano de obra, mercado interno e infraestructura (pues con ello asegura su rentabilidad) acentúa aún más nuestro desequilibrio regional ya que ello trae como consecuencia la migración de la mano de obra y riqueza del interior hacia Buenos Aires que reúne las condiciones antedichas.

4-Las inversiones no responden a las necesidades de la mayoría del Pueblo, sino responden a la satisfacción de las necesidades de aquellos que tiene un alto poder adquisitivo.

5- La desocupación, la frustración – producto de no poder satisfacer las necesidades creadas por los medios de comunicación masiva, la desintegración de la cultura, traen como consecuencia la descomposición social, con su secuela de delincuencia, prostitución, drogas, etc.

EL DESARROLLISMO

Las propuestas desarrollistas surgen como cuerpo coherente de ideas después de la Segunda Guerra Mundial; a pesar de ser muy variadas en las formas de implementación, (en el rol que le hacen jugar al Estado, al capital extranjero y a la participación de los diferentes sectores), la caracterización que hace de la dependencia y sus consecuentes salidas mediante el desarrollo industrial, es común a todas ellas.

Según estas teorías nuestro sector externo sufre un estrangulamiento debido al deterioro de los términos del intercambio, producto de la baja de los precios de los bienes primarios y suba paralela de los productos industriales que importamos.

La consecuencia de este estrangulamiento es el atraso y la Dependencia. Por ello la solución que proponen es desarrollar una estructura industrial que sustituya importaciones y/o incremente nuestras exportaciones no tradicionales en lo cual se eliminaría ese cuello de botella logrando así la Liberación.

Analicemos ahora las Propuestas más importantes:

PROPUESTA FRONDIFRIGERISTA: Pone énfasis en la sustitución de importaciones (consiste, fundamentalmente, en insumos básicos) pero como esta empresa requiere capitales abundantes que no pueden ser cubiertos por nuestro ahorro interno, debemos recurrir al capital extranjero. En el plan político propone la concertación de una alianza de clases para juntos emprender esta gran tarea ¿liberadora? El resultado lo vimos en su gestión del 58-62.

1- Se sustituyeron ciertas importaciones pero comenzamos a pagar por concepto de regalías, utilidades y nuevas importaciones.

2- Las inversiones fueron hechas en rubros que no eran prioritarios y el aporte real de capital fue pequeño porque gran parte se financió con el ahorro nacional.

3- Se desmanteló gran parte del aparato estatal y quebraron numerosas empresas nacionales.

4- La alianza de clases que proponía, con la hegemonía de la pretendida burguesía progresista, demostró ser una falacia en la medida que su política no revirtió la economía a favor de los sectores populares y nacionales.

PROPUESTA DE LA “REVOLUCION ARGENTINA”: KRIEGER VASENA propone lograr la eficiencia del sistema económico (por medio de la reducción del déficit fiscal, la concentración monopólica y la quiebra y/o absorción de las empresas no rentables) para que nuestras industrias puedan competir a nivel internacional y así incrementar nuestras exportaciones no tradicionales.

DAGNINO PASTORE, FELIPE TAMI, GUIDO DI TELLA: muy similar a la anterior pero desarrollando solamente aquellas industrias con alto consumo de materias primas locales y mano de obra (aquellas que tienen ventajas comparativas) para poder competir con el exterior.

Resultados: K. Vasena logró parte de los objetivos que deseaba, gracias a su devaluación logró la quiebra y desnacionalización de empresas y bancos argentinos y posterior concentración monopólica; obtuvo préstamos del extranjero (que hoy estamos pagando) para la construcción de algunas obras de infraestructura; y por último logró cierto incremento en las exportaciones no tradicionales. Pero no vinieron capitales extranjeros a largo plazo y al contrario al menor indicio de inestabilidad política y social se produce la fuga de capitales. Además nos dejó la actual deuda externa. Ese es el resultado de una política que no tiene en cuenta consideraciones de justicia social ni de independencia económica.

D. Pastore en consecuencia con su estrategia trató de paliar la situación e imagen dejada por su antecesor pero corrió igual suerte.

PROPUESTA DE ALDO FERRER: Como los tres anteriores propicia crear una estructura industrial eficiente tanto de bienes finales como de insumos básicos. Varía en la implementación de esa política, pues: 1) delimita los sectores donde pueden radicarse las inversiones extranjeras (así por ejemplo, no pueden radicarse en las industrias básicas y en otros sectores, tienen la obligación de formar sociedades mixtas ya sea con el Estado o con capitales nacionales); 2) impone restricciones a la repatriación de utilidades y 3) obligación de efectuar exportación de productos industriales.

“Crea” un Banco Nacional de Desarrollo y un ente de reconvención y asistencia industrial con el fin de prestar asistencia técnica y financiera para lograr la eficiencia de ciertas industrias o que en su defecto tome a su cargo la explotación o la venta de empresas de capitales nacionales.

Esta política fue llevada a cabo durante su paso por el gobierno de la “Revolución Argentina” pero quedó como simple expresión de deseos pues los resortes de la ejecución no los manejaba el Ministro.

La política de Ferrer fue una respuesta del gobierno de la dictadura para tratar de paliar el desprestigio y la soledad que lo había llevado el proyecto monopolista de K. Vasena, para lo cual trató de satisfacer requerimientos de la vapuleada pequeña y mediana burguesía conformando una alianza más amplia. Pero en la medida en que el poder real lo seguían teniendo los oligopolios extranjeros y nacionales, las buenas intenciones quedaban paralizadas en simples leyes y decretos.

ANALISIS COMPARATIVO Y EVALUACION CRÍTICA

Tanto el Frondifrigerismo como K. Vasena, D. Pastore están ligados a los intereses de la gran industria nacional y extranjera (siendo por ej. K.V. el más fiel representante de esa burguesía gerencial que cumple su papel de testaferro de las corporaciones multinacionales) y conforman las corrientes desarrollistas que sirven de cuña para que pueda penetrar esta nueva forma de dependencia; (al igual que el liberalismo de la oligarquía terrateniente servía de cuña al imperialismo inglés).

Varían en la forma de implementación, así por ejemplo el frondifrigerismo es la propuesta que se quiere apoyar en cierto conceso popular, mientras K. Vasena es el extremo de lo “ultra-gorila” pues trata de conseguir el “consenso” mediante la represión; pero al Pueblo Argentino y el Movimiento Peronista no se los puede embarcar en estafas del primer tipo ni tampoco puede sometérselos, así lo han demostrado 18 años de resistencia y lucha.

El énfasis puesto en la sustitución de importaciones o en el incremento de las exportaciones no tradicionales está en correspondencia con dos etapas diferentes del proceso de industrialización.

Así el período 58/62 corresponde a la etapa de entrada masiva de capitales en la fabricación de rubros que hasta entonces se importaban.

En tanto, el período 66/69 corresponde a la etapa de consolidación de las empresas existentes y una de la forma de lograrlo es mediante la ampliación de sus mercados. De ahí que Frondizi es más un intermediario, una cuña de esta penetración del imperialismo, mientras Krieger es fiel representante de la consolidación imperialista.

En cuanto a la propuesta de Ferrer, se la puede encuadrar dentro de las lanzadas por la pequeña y gran empresa nacional.

De ahí la necesidad de estos sectores de un control por parte del Estado de las inversiones extranjeras y paralelamente una asistencia y apoyo financiero y técnico para contrapesar el poder de los monopolios y negociar en mejores condiciones (al igual que los planes CGT-CGE, planes del radicalismo, Diamand y otros).

CRÍTICAS AL DESARROLLISMO

Ya vimos que la dependencia no se reduce simplemente al estrangulamiento externo provocado por el deterioro de los términos del intercambio ni que tampoco el desarrollo industrial es garantía de un proceso de independencia económica y soberanía política, sino, que por el contrario agudiza la Dependencia.

La dependencia no se puede reducir a relaciones puramente comerciales entre países primarios e industriales, sino que es un conjunto de vínculos económicos, culturales y políticos que se establecen entre la periferia y la metrópoli, dentro de un nuevo ordenamiento del sistema capitalista mundial y la liberación que proponemos nada tiene que ver con propuestas seudo marxistas de desarrollo de fuerzas productivas en un marco de alianza de clases hegemonizadas por una burguesía progresista, ya que no estamos en el siglo XVII y XIX donde las condiciones económicas eran totalmente diferentes, ni se puede trasladar la experiencia de los países industrializados donde existía realmente la burguesía progresista con poder económico, político y militar, y además con visión y capacidad para hegemonizar dicho proceso.

Hoy tal burguesía en un país dependiente no existe, sino que simplemente existe una caricatura de burguesía gerencial o correspondiente a la pequeña y mediana empresa sin el poder ni los deseos de llevar este proceso hasta las últimas consecuencias, sino a lo sumo para negociar en mejores condiciones frente al Imperialismo.

CRÍTICA AL EFICIENTISMO: La eficiencia es un concepto que tanto los liberales como los desarrollistas levantan como prioritario aún a costa de cualquier consideración política y social, y justamente por este concepto se filtra toda la cuestión valorativa e ideológica que hace al proyecto de país que desea alcanzar.

Se parte de que es necesario alcanzar la eficiencia para que nuestras industrias sean competitivas a nivel internacional y con ello incrementar nuestras exportaciones industriales, pero ello implica en primera instancia el supuesto de que nuestro país esté integrado a un sistema capitalista mundial, en donde por nuestro desarrollo tecnológico y poder económico-político nos encontramos en inferioridad de condiciones; ello implica, además, prestar mayor atención al sector externo y a las clases sociales de mayores ingresos, antes que a las necesidades de la mayoría de nuestra población. Entonces después de aceptar estos supuestos sobre la distribución del ingreso, sobre el proyecto de país integrado al sistema capitalista mundial, surge automáticamente la aceptación del criterio de eficiencia como prioritario, y como corolario la necesidad de aportes de capital y tecnología extranjera, y la concentración para lograr la fabricación masiva a bajos costos.

Y entonces para el logro de estos objetivos se justifican la desprotección arancelaria, la devaluación, las crisis económicas que van obligando la quiebra de las empresas no rentables y/o absorción por parte de las corporaciones multinacionales, que paulatinamente van copando todos los mercados. O en el mejor de los casos, el criterio de eficiencia justifica medidas que fortalecen a ciertos sectores de la pequeña y mediana empresa para negociar mejor.

El desarrollismo es, entonces, el proyecto que tiene el imperialismo para sus colonias.

Es la nueva forma de colonialismo: EL NEOCOLONIALISMO.

Ante él se levanta el PROYECTO LIBERADOR de la clase trabajadora y el Pueblo: EL SOCIALISMO NACIONAL.

De la concreción de este último surgirá la Patria SOCIALMENTE JUSTA, ECONÓMICAMENTE LIBRE y POLÍTICAMENTE SOBERANA por la que el pueblo Peronista viene luchando hace ya 30 años; su última batalla ganada: catapultar al General Perón a la Presidencia de la República es el inicio del triunfo definitivo y garantía de la Liberación.

La unidad argentina, para la Reconstrucción Nacional, es la valla de contención a las apetencias imperialistas y a los intentos de adentro y de afuera de frenar el proceso por el que nuestro Pueblo desea transitar bajo la conducción de su Líder, hasta la LIBERACIÓN definitiva de la PATRIA.

PATRIA SÍ !! COLONIA NO !!

FURN

[1] Se constituyeron a partir de profesores ligados al catolicismo postconciliar (Justino O’Farrel, Gonzalo Cárdenas) a la que se sumaron jóvenes profesores y graduados recientes (Ernesto Villanueva, Alcira Argumedo, Horacio Gonzalez, Juan Pablo Franco, el desaparecido Roberto Carri, el economista Eduardo Jorge, Alejandro Peyrou, Ricardo Sidicaro, Conrado Eggers Lang, Norberto Habbeger, entre otros). Abordaron problemáticas vinculadas a la dependencia y el neocolonialismo, las formas y los grados de penetración, las críticas a la penetración cultural y desarrollaron una teoría política acerca de los movimientos de liberación nacional del Tercer Mundo, donde incluían al Peronismo. Contribuyeron a la revisión de la historia económica social Argentina y Latinoamericana, e introdujeron autores vinculados al Pensamiento Nacional como Juan José Hernandez Arreghi, Arturo Jauretche y Scalabrini Ortiz, y autores ligados al marxismo tercermundista como Frantz Fanon, Hamza Alavi, junto a bibliografía de teóricos de la dependencia (Fernando Cardozo, Enzo Faletto, Celso Furtado, Theotonio Dos Santos). Publicaron las revistas Antropología del Tercer Mundo (12 números: noviembre 1968 a marzo 1973), Envido (10 números: julio 1970 a noviembre de 1973), Cristianismo y Revolución (30 números: setiembre 1966 a setiembre 1971).

HTML generado a partir de XML-JATS4R por