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presariado, como ocurrió en las demandas económicas, se articulaban per-
fectamente con las expresiones del presidente Mauricio Macri: “El desafío
de fondo es el cambio cultural, volver a rearmar los valores que nos trajeron
hasta acá, que trajeron nuestros abuelos, que el trabajo dignica, que vale la
pena esforzarse, valores que el populismo puso en crisis” (Clarín, 2017).
En base a lo dicho, es posible pensar este nodo interdiscursivo (antipo-
pulismo) como un elemento articulador de la posición ideológica del blo-
que formado por el gran empresariado y la fuerza política Cambiemos como
parte de una estrategia refundacional conservadora del orden social como
rechazo del pasado y a la vez con una promesa de futuro redentor. El popu-
lismo actúa como un desplazamiento metonímico de “autoritarismo”, “de-
magogia”, “nacionalismo”, “vulgaridad”, “crisis” (Adamovsky, 2017). El signi-
cante “pesada herencia” alude a un contenido similar en esos años. Como
contraposición al populismo, en el período 2015-2018, “república” fue la ca-
tegoría que se instaló desde las organizaciones empresariales y las fuerzas
políticas antipopulistas. La AEA y la SRA se colocaron a la cabeza de este
impulso de construcción de “un consenso republicano para el desarrollo del
país” (López y Cantamutto, 2018; Cantamutto, 2024; Cantamutto y López,
2022). Si bien este mito republicano fue la principal base del edicio ideo-
lógico del proyecto liberal-conservador en nuestro país, cabe preguntarnos
sobre qué otro eje se ha venido articulando una estrategia discursiva cen-
trada principal, aunque no exclusivamente, en el plano político-ideológico.
Este nodo interdiscursivo se vinculó además con la necesidad de impulsar
un “cambio cultural” que privilegie al mercado sobre el Estado y que garan-
tice una institucionalidad a favor del sector privado. Así, en primer lugar, ob-
servamos que a lo largo del período las empresas abogaron contra el in-
tervencionismo estatal en tanto argumentaban que dichas intervenciones
provocan “distorsiones” sobre los mecanismos del mercado afectando no
sólo a la competitividad y la productividad de las empresas, sino también al
desarrollo económico del país en su conjunto. Por otro lado, vemos que, en
línea con la necesidad de fomentar una “cultura empresarial”, las entidades
también demandaron la construcción de un marco institucional y jurídico
con “reglas claras” que garantice la “previsibilidad” en pos de favorecer un
entorno propicio para la inversión, esto es, un entorno falto de incertidumbre
que genere “conanza”. En el comunicado “Instituciones para el Desarrollo”,
emitido por la AEA, pueden sintetizarse los lineamientos generales de estas
armaciones para el conjunto del período.
En este sentido, vale aclarar que, si bien se observa una unidad consistente
de las empresas respecto al antipopulismo, la atención sobre el período es-
5- Gastón Remy, presidente de Dow Argentina, en el marco del 53.º Coloquio de IDEA en
2017, concluye que los datos de los últimos años del gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner “nos muestran que perdimos el camino y nos descarrilamos como sociedad”.
Emiliano López, Eugenia Caronello y Horacio Bustingorry
tudiado en su conjunto muestra que las críticas y el grado de rechazo hacia
el mismo no se expresaron siempre de la misma manera. Así, mientras la
AEA y la SRA adoptaron una postura antipopulista clara y persistente, la UIA
se posicionó a mayor o menor distancia de estas posiciones dependiendo
de coyunturas especícas. A diferencia de las primeras, que en cada opor-
tunidad festejaron medidas no intervencionistas, esta última solo se opuso
al intervencionismo “excesivo” reconociendo que, a través de su rol activo,
el Estado puede inuir positivamente en momentos estratégicos. Esta posi-
ción endeble de la UIA frente al antipopulismo (Barragan, 6 de septiembre
de 2019; Jueguen, 2018; Página 12, 23 de noviembre de 2018; Página 12, 8
de diciembre de 2018) se expresaban más que nada a través de algunas
demandas corporativas concretas hacia el gobierno de Cambiemos respec-
to de la eliminación de subsidios, que afectaba los costos, y de la apertura
comercial, que impactaba en la competitividad. A su vez, en este momento
la UIA también reclamó por la falta de políticas de apoyo directo a sectores
industriales estratégicos y a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).
En el mismo sentido, con la llegada del Frente de Todos al gobierno, y en el
marco de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, la UIA pidió por
una intervención estatal más activa para sostener el sector industrial (Barra-
gan, 29 de noviembre de 2019
; La Nacion, 2018; UIA, 2019;). Dichas demandas fueron respondidas por
el nuevo gobierno a través de políticas que incluyeron subsidios y líneas de
nanciamiento para las PyMEs, así como el programa Asistencia al Trabajo
y la Producción (ATP) para garantizar el pago de salarios en empresas afec-
tadas. A pesar de estas oscilaciones, la UIA volvió a alinearse a la postura
antipopulista junto a la AEA y a la SRA cuando el caso Vicentín irrumpió en
la agenda nacional. Aquí, las tres entidades manifestaron de manera uná-
nime su rechazo a las intenciones de intervención estatal sobre la empre-
sa santafesina, considerando que dicha medida se presentaba como una
amenaza directa a la propiedad privada y a la seguridad jurídica (AEA, 2020)
por la que apostaban. El desplazamiento con la llegada del Frente de Todos
al poder en 2019 en términos generales provocó una mayor radicalización
del antipopulismo entre los sectores empresariales que consideraban al
nuevo gobierno como un regreso al enfoque estatista y redistributivo, y, por
lo tanto, una amenaza a sus intereses. La retórica empresarial planteaba la
oposición entre una economía liberal y cualquier tipo de intervención es-
tatal percibida como amenaza. Vale mencionar que esta radicalización del
discurso no se limitó solo a criticar las políticas puntuales del Frente de To-
dos en un sentido ideológico, sino que también adquirió fuerza política. Para
muchos empresarios desilusionados con el gradualismo de Cambiemos y
preocupados por las políticas intervencionistas del Frente de Todos, ciertos
sectores de la fracción empresarial comenzaron a apoyar candidaturas que
proponían cambios estructurales y una drástica reducción del Estado y sus
El poder del gran empresariado y la disputa por el modelo de desarrollo en...